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El mundo de Mark Richard ha sido descrito en alguna ocasión como un Hogar de la Caridad en el que los deformes, los atormentados y los condenados buscan el auxilio o la redención. En realidad, la cosa se asemeja más a un Circo de Freaks, a una barraca de incómodas atracciones secundarias que, en nombre de la decencia, jamás tendrán cabida en las pistas glamurosas de la carpa principal. Un exconvicto con dientes afilados como puñales, el Esqueleto Humano, un niño con cola, una contorsionista tatuada, un domador de lagartos gigantes, fantasmas huraños, borrachuzos insomnes y toda clase de…mehr

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Produktbeschreibung
El mundo de Mark Richard ha sido descrito en alguna ocasión como un Hogar de la Caridad en el que los deformes, los atormentados y los condenados buscan el auxilio o la redención. En realidad, la cosa se asemeja más a un Circo de Freaks, a una barraca de incómodas atracciones secundarias que, en nombre de la decencia, jamás tendrán cabida en las pistas glamurosas de la carpa principal. Un exconvicto con dientes afilados como puñales, el Esqueleto Humano, un niño con cola, una contorsionista tatuada, un domador de lagartos gigantes, fantasmas huraños, borrachuzos insomnes y toda clase de pilluelos. Una colección de esperpentos, rarezas y fenómenos de feria que haría sonrojar hasta al mismísimo P. T. Barnum. Pero Richard no se recrea en la desesperación y la soledad de este plantel de huérfanos, de estas vidas empantanadas en la pobreza. Con brillantez estilística y un inigualable talento para lo surrealista, trata a sus personajes con delicadeza y compasión y logra trascender sus tragedias, aliñándolo todo con una suerte de malévolo humor negro. Algo solo posible para alguien que, en efecto, estuvo allí y pudo conocerlos de primera mano. Alguien que fue uno de ellos. Así es que, damas y caballeros, acomódense y que empiece el espectáculo... «Pocos escritores en la escena contemporánea apuntan tan alto y con tanta puntería.» L. A. Weekly «Los relatos de Richard se disfrutan tanto por su estilo rico y original como por sus excéntricos temas. Hay pocos escritores actuales con tanta facilidad para el lenguaje, y con diálogos tan estrambóticos, divertidos y auténticos como Mark Richard.» Wall Street Journal «Caridad te atrapa con la fuerza de su humor absurdo y sus fugaces narraciones, que prenden en la imaginación como un incendio.» Entertainment Weekly

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Autorenporträt
Mark Richard, de ascendencia cajún-creole-francesa, nació en Luisiana y pasó buena parte de su infancia en hospitales para niños tullidos. Debido a la deformidad de sus caderas le dijeron que a partir de los treinta estaría condenado a vivir en una silla de ruedas. No fue así. El día que los cumplió le pilló haciendo autostop para mudarse a Nueva York y ser escritor. No lo tuvo fácil. Su padre, un hombre violento e impredecible, les abandonó una noche de borrachera. Sus motivos: la mala tierra, una mujer triste, varios bebés perdidos, un hijo «extraño» y la marcha del general Sherman. A los trece Mark se convirtió en el locutor de radio más joven del país. Abandonó sus estudios, se metió en problemas y se pasó tres años faenando en barcos pesqueros. Fue fotógrafo aéreo, pintor de brocha gorda, camarero e investigador privado. Asistió al taller literario de Gordon Lish, que le compró un gorro de artillero forrado de lana para sobrevivir al duro invierno de Nueva York y le publicó su primer libro de cuentos. El libro se vendió poco, pero después de que la editorial le transmitiera su poca fe, Norman Mailer le entregó el PEN/Hemingway Foundation Award y Barry Hannah le llamó para dar clases en Oxford, Mississippi. Por las noches se acercaba con su perro a la vieja casa de Faulkner y se asomaba a las ventanas esperando ver fantasmas. Un día, al volver de su paseo, se encontró a Larry Brown sentado en la mesa de la cocina, fumando y bebiéndose su bourbon. En el Sur nadie cierra la puerta de atrás. Al verle, Larry simplemente le dijo: «Hey». Actualmente vive en Los Ángeles con su mujer y sus tres hijos. El día de su boda se dio cuenta de que había conocido a todos sus amigos en bares. Es autor de dos colecciones de relatos, una novela y un libro de memorias.