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Milanés fue un espíritu melancólico y su poesía refleja los altibajos de sus continuas depresiones. Fue más que un poeta maldito un poeta maldecido por sus propias angustias y su extremo romanticismo visible en sus poemas.

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Produktbeschreibung
Milanés fue un espíritu melancólico y su poesía refleja los altibajos de sus continuas depresiones. Fue más que un poeta maldito un poeta maldecido por sus propias angustias y su extremo romanticismo visible en sus poemas.

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Autorenporträt
José Jacinto Milanés era el hermano mayor en una familia numerosa y pobre. Conoció de niño el teatro clásico español, escribió desde muy joven ensayos dramáticos, y hablaba a la perfección italiano y francés. En 1832 vivió en La Habana y publicó en el Aguinaldo Habanero (1837) su poema La Madrugada. Más tarde, en 1838, estrenó con éxito de crítica su drama El Conde Alarcos. En noviembre de 1839 sufrió un ataque cerebral y estuvo inválido durante más de dos meses. Poco después obtuvo el cargo de secretario en la Compañía del Ferrocarril de Matanzas a Sabanilla, pero abandonó ese puesto en 1843 debido a su precaria salud y estuvo recluido en su casa, al cuidado de su hermana Carlota. Hacía diez años que había establecido un compromiso matrimonial que abandonó fascinado por su prima Isabel Ximeno. Rechazado por la familia de ésta mostró los primeros síntomas del desequilibrio mental que padeció hasta su muerte. Más tarde, en mayo de 1846, viajó a los Estados Unidos, Londres y París, con la esperanza de curarse. Volvió en noviembre de 1849. Algo recuperado, escribió poco y su obra no parece estar a la altura de su primera etapa. En 1852 su enfermedad sufrió otra crisis y vivió en un mutismo absoluto hasta su muerte.