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No importan los años que hayas tardado en conocerla, ella siempre sonará moderna. Pasa en sus novelas, en sus columnas y especialmente en Dime que me quieres aunque sea mentira. En este compendio de notas sobre feminismo y escritura, el último que publicó antes de morir de cáncer de mama a los 45 años, Roig se corona como maestra del dato anticipatorio. Ahí está, treinta años antes de que le pusiéramos nombre a la «brecha de autoridad» entre escritoras y escritores, defendiendo una mirada propia ajena al canon masculino. «Dime que me quieres aunque sea mentira», le pidió Johnny Guitar a Joan…mehr
No importan los años que hayas tardado en conocerla, ella siempre sonará moderna. Pasa en sus novelas, en sus columnas y especialmente en Dime que me quieres aunque sea mentira. En este compendio de notas sobre feminismo y escritura, el último que publicó antes de morir de cáncer de mama a los 45 años, Roig se corona como maestra del dato anticipatorio. Ahí está, treinta años antes de que le pusiéramos nombre a la «brecha de autoridad» entre escritoras y escritores, defendiendo una mirada propia ajena al canon masculino. «Dime que me quieres aunque sea mentira», le pidió Johnny Guitar a Joan Crawford en aquella película de los cincuenta. Roig recuerda que ella contestó que lo quería aunque fuera mentira y que le decía la verdad. «La mentira, es decir, la literatura, es una droga. Y si nos falta, andamos un poco colgados», escribe a propósito de ese intercambio. Y también dice la verdad. Es justo lo que nos pasa con ella. Porque cuando la encuentras, pasa como con la mejor droga: te preguntas qué diablos habías estado haciendo (leyendo) en tu vida antes de conocerla. Del prólogo de Noelia Ramírez
Montserrat Roig (Barcelona, 1946-1991) se crio en la parte derecha del ensanche barcelonés, en una casa con un limonero en el patio. Empezó a escribir en catalán por tres razones: porque era su lengua, porque es una lengua literaria y porque le dio la gana. En los sesenta participó en la Capuchinada y otros movimientos estudiantiles. En 1976, su novela El tiempo de las cerezas ganó el Premio Sant Jordi. Carismática, payasa, comprometida y apasionada, fue una escritora que colaboró en prensa y televisión, escribió ensayo, teatro y novelas. Hoy es una referencia ineludible para generaciones de periodistas y escritoras.