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Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695). México. Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, nació en 12 de noviembre de 1651 en San Miguel de Nepantla, Amecameca. Era hija de padre vasco y madre mexicana. Empezó a escribir a los ocho de edad una loa al Santísimo Sacramento. Aprendió latín en veinte lecciones, que le dictó el bachiller Martín de Olivas. A los dieciséis años ingresó en el Convento de Santa Teresa la Antigua y posteriormente en el de San Jerónimo. En plena madurez literaria, criticó un sermón del padre Vieyra. Ello provocó que el obispo de Puebla, Manuel Fernández de Santa Cruz…mehr

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Produktbeschreibung
Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695). México. Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, nació en 12 de noviembre de 1651 en San Miguel de Nepantla, Amecameca. Era hija de padre vasco y madre mexicana. Empezó a escribir a los ocho de edad una loa al Santísimo Sacramento. Aprendió latín en veinte lecciones, que le dictó el bachiller Martín de Olivas. A los dieciséis años ingresó en el Convento de Santa Teresa la Antigua y posteriormente en el de San Jerónimo. En plena madurez literaria, criticó un sermón del padre Vieyra. Ello provocó que el obispo de Puebla, Manuel Fernández de Santa Cruz le escribiera exigiéndole que abandonase la literatura y se dedicase por entero a la religión. Sor Juana se defendió en una epístola autobiográfica, en la que proclamó los derechos de la mujer. No obstante, obedeció y renunció a su enorme su biblioteca, sus útiles científicos y sus instrumentos musicales. Murió el 17 de abril de 1695.

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Autorenporträt
Sor Juana Inés de la Cruz (San Miguel de Nepantla, 1651-Ciudad de México, 1695). México. Su nombre seglar fue Juana Inés de Asbaje Ramírez, y nació el 12 de noviembre de 1651 en San Miguel de Nepantla, cerca de Amecameca (en el actual estado de México), de padre vasco y madre mexicana, de origen andaluz. Su padre, el capitán Pedro Manuel de Asbaje, tuvo tres hijos naturales con Isabel Ramírez y murió en 1669. Su madre se casó después con Diego Ruiz Lozano, tuvo otros tres hijos y falleció en 1678. Ya a temprana edad, Juana Inés se entregó a la lectura y, como ella misma escribiría después, se le "encendió el deseo de saber". Hacia 1660 fue enviada a vivir con unos familiares a Ciudad de México. Gracias a la extensa biblioteca de su abuelo materno, Juana Inés pudo leer a los escritores culteranos barrocos españoles y a los clásicos griegos y latinos, pero también aprendió la lengua indígena náhuatl y estudió latín. A los catorce o quince años de edad fue dama de la marquesa de Mancera en el palacio del virrey, donde, además de por su gran belleza, fue admirada ya por su locuacidad y sus conocimientos. Debió escribir sus primeros textos hacia los doce años de edad, aunque sólo los escritos a partir de los dieciséis o diecisiete años presentan un pleno concepto literario. Juana Inés, que había mostrado tempranos deseos de estudiar en la universidad, y ante las dificultades que ello suponía para una mujer, acabó optando (por motivos no del todo diáfanos) por ingresar en el convento carmelita de Santa Teresa la Antigua, en 1667; dos años después, debido a la extrema austeridad de las carmelitas, cambió sus votos por los de las jerónimas y vivió en el convento de San Jerónimo. Desde allí siguió en contacto con virreinas, virreyes y personajes de la cultura del México colonial, participando en diversas manifestaciones literarias, teatrales y musicales. La peculiaridad de esta monja escritora es que, junto a sus textos religiosos, dejó una abundante y sorprendente producción de prosa y poesía profana, mucha de ella de tono amoroso y, por momentos, hasta erótico. Su hambre de saber la llevó a profundizar en la teología, terreno reservado entonces a los hombres; pero ella se entregó como autodidacta también a ello, como a todo lo que emprendió.