Cuando comencé este libro en el año 1996 regresaba de un inolvidable viaje por Europa con mis tres hijos menores. Había sido un viaje lleno de sucesos extraordinarios que no dejaron de sorprendernos. Mientras ordenaba las fotografías que había tomado, escribía, en el álbum, todas las vivencias y acontecimientos que queria recordar. Escribí, en forma breve, todo aquello que había quedado en mí de ese viaje: lugares, situaciones y personas. Pasaron los años y cada tanto surgía nuevamente el deseo de escribir. Pero no encontraba ni el tono ni la forma y pronto abandonaba. Un día leyendo un reportaje a la escritora Ángeles Mastreta, ella contaba que dejo el estilo que usaba como periodista y pudo escribir sus novelas cuando encontró el ritmo y la música de esa "otra escritura". Entonces algo sonó en mi interior. Yo no había encontrado aun mi propia música. Y entonces, empecé. Empecé con esa nueva música que fue configurando todo lo que quería decir. Y empecé de nuevo. Surgía esa misma música, ese mismo tono,acompañando los recuerdos e imágenes. Con el tiempo fue cambiando la mirada respecto del viaje.