20,99 €
inkl. MwSt.

Versandfertig in 1-2 Wochen
payback
10 °P sammeln
  • Broschiertes Buch

Adrienne Rich se asume testigo de lo que ella ve y busca cambiar, ese su rescate, ese su aporte con el fin de destruir una ideología fundamentada en la violencia, en el poder que minimiza y denigra, enfrentando lo terrible con esperanza, con una poesía que sirve de antídoto a la complacencia, al dejar pasar. En este libro escribe, no ya desde una voz en singular; ella crea un teatro de voces donde todas participan como ecos de un movimiento espiritual y sicológico, eco que requiere del movimiento interior que las mueva a actuar. Su obra no deja de ser esencial para todo aquél que se precia,…mehr

Produktbeschreibung
Adrienne Rich se asume testigo de lo que ella ve y busca cambiar, ese su rescate, ese su aporte con el fin de destruir una ideología fundamentada en la violencia, en el poder que minimiza y denigra, enfrentando lo terrible con esperanza, con una poesía que sirve de antídoto a la complacencia, al dejar pasar. En este libro escribe, no ya desde una voz en singular; ella crea un teatro de voces donde todas participan como ecos de un movimiento espiritual y sicológico, eco que requiere del movimiento interior que las mueva a actuar. Su obra no deja de ser esencial para todo aquél que se precia, que se salva, que busca estar siempre en un necesario movimiento interior.
Autorenporträt
(Estados Unidos, 1929-2012), reconocida como una de las grandes intelectuales estadounidenses de la segunda mitad del siglo XX, fue también una de las escritoras más influyentes del movimiento feminista. A lo largo de su vida recibió múltiples reconocimientos tanto por sus ensayos como por su labor poética, pero destacó especialmente por su actitud ante ellos. Por ejemplo, en 1973, en medio del movimiento por los derechos civiles y el feminismo, Rich obtuvo el National Book Award por su obra Diving into the Wreck, galardón que aceptó en nombre de todas las mujeres cuyas voces aun no se han escuchado en un mundo patriarcal. Más tarde, en 1997, rechazaría la Medalla Nacional de las Artes concedida en la Administración de Clinton arguyendo que [El arte] no significa nada si simplemente es un adorno en la mesa del poder que lo mantiene como rehén.