La metamorfosis y la metáfora son los dos principios poéticos que son tratados en este libro. La metamorfosis es el principio poético del perpetuo movimiento; por su parte, para Calderón, las cosas, los seres se presentan a los sentidos en sus múltiples estados de transición. Se constata que la metáfora verbal lo invade todo en su incesante metamorfosis. Por medio de la teoría interaccionista, se ponen de manifiesto las analogías que se establecen entre ambos principios poéticos. Si para poder hablar de metamorfosis, tiene que quedar algo del alma y la personalidad originarias; cuando se produce una metáfora tiene lugar una transferencia de significado de un nombre a otro. Después de que ésta se produce, hay que atender a los nuevos y viejos significados. Así como Calderón se remonta en la observación hasta el elemento más menudo, al más minucioso para recomponerlo en un armazón riguroso en el que todo conduce a la estructuración del universo real, así también en la poética de Ovidio lo que individualmente aparece como susceptible de cambio, tiene su sitio dentro de un orden general, y es la misma metamorfosis la que va a confirmar este orden. Ambos autores aspiraron a un orden cósmico, eterno y absoluto del mundo.