En las últimas décadas se han producido avances significativos en los algoritmos y la arquitectura para el procesamiento de señales de imagen, vídeo y audio. Se han desarrollado nuevas técnicas algorítmicas para reducir el tamaño de los datos de vídeo y audio. Estos métodos son muy útiles en numerosas aplicaciones que manipulan, transmiten y almacenan grandes cantidades de datos digitales. El proceso de reducción del tamaño se denomina proceso de compresión. El elemento principal de muchas técnicas de computación de vídeo es la estimación del movimiento. Esta técnica aprovecha la redundancia temporal entre fotogramas adyacentes que, juntos, forman una secuencia de vídeo. La estimación del movimiento consume la mayor parte de los esfuerzos computacionales y del coste. En este esfuerzo de simulación, calculamos el vector de movimiento de la imagen. La imagen dada se convierte a formato binario y los datos se utilizan como entrada. Mediante el uso de un algoritmo de cuatro pasos, implementamos la estimación del movimiento, lo que se traduce en una reducción del tiempo y el coste de los esfuerzos computacionales.
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