La relación entre Estados Unidos y China comenzó en los años setenta. Sigue su curso aunque el camino sea accidentado. Los problemas del pasado ensombrecen el desarrollo económico actual y los líderes políticos actuales plantean un cambio del poder económico en el mundo debido a las políticas y los cambios políticos. A ambos países les gusta la cooperación económica que han desarrollado, ya que beneficia a todas las partes implicadas. Sin embargo, cada decisión que toma un país para protegerse económicamente del otro, afecta negativamente al otro. El estudio de las disputas actuales nos lleva a animar a los líderes mundiales de estos países a encontrar una forma de aumentar la cooperación para seguir potenciando el desarrollo económico mundial.