Juan Carlos Pérez. La Graciosa, (1962) Antes de llegar a escribir esta novela, ha pasado por un sinfín de oficios (lavacoches, vendedor de prensa, pintor de brocha gorda, empapelador, empleado de mostrador, dependiente de un videoclub, poeta, proletario, hacedor de fanzines, locutor radiofónico, pinchadiscos, autónomo, estampador de sueños, vendedor de música en sus diferentes formatos, pirata, vendedor y consumidor de sustancias psicotrópicas, pequeño empresario, mecanógrafo, repartidor, portador de ideales, cobrador, empleado público y principalmente, francotirador cultural). Ha viajado todo lo que ha podido y sueña, aunque actualmente resida en la estepa castellana, con poder oír siempre el sonido de las olas a su vera. Su máximo interés es que la vida sea un espacio temporal del que todos puedan disfrutar y no solo el coto impermeable para una pequeña casta de intocables. Lucha por que la cultura sea un bien primordial, de acceso libre y universal, de donde nazcan mujeres y hombres con capacidad para cuestionar, reflexionar, opinar y disentir. No ha publicado: Viaje alrededor de un ombligo (1983), Entre tú y yo solo hay tres puntos suspensivos (1993), Crónica de un sueño en su mortaja (2003).
