
Transmisión de datos a alta velocidad en redes largas y anchas
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El rendimiento de Internet se ve muy influido por el comportamiento del TCP. Esto se debe a que el TCP es el protocolo de transporte más utilizado. El rendimiento del TCP se deteriora desde la fase de inicio de la conexión TCP. El tamaño óptimo de la ventana inicial para enviar datos se determina durante la fase de inicio lento, mientras que la fase de prevención de congestión sirve para gestionar un comportamiento estable de la conexión TCP. El inicio lento ofrece un rendimiento deficiente en todas las redes, incluidas las redes inalámbricas y de alta velocidad, denominadas redes larg...
El rendimiento de Internet se ve muy influido por el comportamiento del TCP. Esto se debe a que el TCP es el protocolo de transporte más utilizado. El rendimiento del TCP se deteriora desde la fase de inicio de la conexión TCP. El tamaño óptimo de la ventana inicial para enviar datos se determina durante la fase de inicio lento, mientras que la fase de prevención de congestión sirve para gestionar un comportamiento estable de la conexión TCP. El inicio lento ofrece un rendimiento deficiente en todas las redes, incluidas las redes inalámbricas y de alta velocidad, denominadas redes largas y densas (LFN). Esto se debe a que el inicio lento es muy lento en el establecimiento de la conexión y su aumento exponencial provoca una mayor tasa de pérdida de paquetes. Existen numerosos esquemas de inicio más rápido desarrollados para superar las deficiencias del inicio lento y mejorar el rendimiento durante el establecimiento de la conexión TCP, pero el TCP normal nunca ha sido eficiente. El TCP Fibonacci se ha desarrollado para resolver las desventajas del TCP normal. Sin embargo, no se sabía muy bien cómo afectaban estos esquemas de inicio rápido al TCP Fibonacci.