Religión y política en el mundo actual
El potencial estabilizador y conflictivo de la religión en el proceso político moderno
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La influencia del factor religioso es cada vez mayor en el mundo actual, impregnado por los procesos de globalización y en un contexto de agravamiento de las contradicciones interculturales, socioeconómicas y políticas, entre otras. En los distintos niveles del proceso político, la religión puede tener una carga tanto conflictiva como estabilizadora. Los principales factores que complican el uso del potencial estabilizador de la religión en Rusia son la desequilibrada política religiosa del Estado, que no siempre aprovecha al máximo las posibilidades positivas de las numerosas organiza...
La influencia del factor religioso es cada vez mayor en el mundo actual, impregnado por los procesos de globalización y en un contexto de agravamiento de las contradicciones interculturales, socioeconómicas y políticas, entre otras. En los distintos niveles del proceso político, la religión puede tener una carga tanto conflictiva como estabilizadora. Los principales factores que complican el uso del potencial estabilizador de la religión en Rusia son la desequilibrada política religiosa del Estado, que no siempre aprovecha al máximo las posibilidades positivas de las numerosas organizaciones religiosas que funcionan legalmente y su orientación predominante hacia la cooperación con la Iglesia Ortodoxa Rusa. En combinación con las evidentes orientaciones progubernamentales dentro de la propia Iglesia Ortodoxa Rusa, esto puede conducir a una disminución de la confianza pública en la institución eclesiástica, ya que en este caso las masas pueden trasladar parcialmente la responsabilidad de los acontecimientos políticos, económicos o sociales impopulares a la Iglesia. La influencia del factor religioso es cada vez mayor en el mundo actual, impregnado por los procesos de globalización y en un contexto de agravamiento de las contradicciones interculturales, socioeconómicas y políticas, entre otras. En los distintos niveles del proceso político, la religión puede tener una carga tanto conflictiva como estabilizadora. Los principales factores que complican el uso del potencial estabilizador de la religión en Rusia son la desequilibrada política religiosa del Estado, que no siempre aprovecha al máximo las posibilidades positivas de las numerosas organizaciones religiosas que funcionan legalmente y su orientación predominante hacia la cooperación con la Iglesia Ortodoxa Rusa. En combinación con las evidentes orientaciones progubernamentales dentro de la propia Iglesia Ortodoxa Rusa, esto puede conducir a una disminución de la confianza pública en la institución eclesiástica, ya que en este caso las masas pueden trasladar parcialmente la responsabilidad de los acontecimientos políticos, económicos o sociales impopulares a la Iglesia.
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