
No, no tenemos otro planeta
PAYBACK Punkte
6 °P sammeln!
No, no tenemos otro planeta es un llamado urgente y claro ante la crisis más grave que enfrenta la humanidad: el cambio climático. Lejos de tratarse de una amenaza futura, sus efectos ya están aquí -sequías extremas, incendios incontrolables, pérdida de biodiversidad, aumento de enfermedades y desigualdad social agravada. Este libro ofrece una mirada accesible, actualizada y profundamente documentada sobre el origen, las causas y las consecuencias del calentamiento global. Explica desde los fundamentos científicos del fenómeno hasta el impacto concreto que está teniendo en regiones co...
No, no tenemos otro planeta es un llamado urgente y claro ante la crisis más grave que enfrenta la humanidad: el cambio climático. Lejos de tratarse de una amenaza futura, sus efectos ya están aquí -sequías extremas, incendios incontrolables, pérdida de biodiversidad, aumento de enfermedades y desigualdad social agravada. Este libro ofrece una mirada accesible, actualizada y profundamente documentada sobre el origen, las causas y las consecuencias del calentamiento global. Explica desde los fundamentos científicos del fenómeno hasta el impacto concreto que está teniendo en regiones como el Mediterráneo, América Latina o el Sahel africano. A lo largo de sus capítulos se identifican los principales responsables del problema: gobiernos que miran hacia otro lado, grandes corporaciones que priorizan beneficios a corto plazo, y lobbies que financian campañas de desinformación. También se desmontan mitos negacionistas, se exponen casos reales de greenwashing, y se abordan con claridad conceptos como el Antropoceno, la justicia climática o la desertificación. Además de analizar el presente, No, no tenemos otro planeta pone el foco en lo que sí se puede hacer: transformaciones urgentes en energía, transporte, alimentación y consumo, con ejemplos inspiradores de activismo, educación y políticas públicas que ya están marcando la diferencia. Un libro pensado para estudiantes, docentes, activistas, profesionales y cualquier persona que no quiera quedarse de brazos cruzados. Porque aún estamos a tiempo. Pero no por mucho.