Gerrit
Y entonces él estaba allí..., la puesta de sol
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Miré hacia él, pero no me di cuenta. Estaba demasiado absorto en una conversación con sus compañeros de mesa. A través de mis ojos Traté de señalar que él podía hablar conmigo, que estoy listo para cualquier tipo de conquista, pero él alabé yo no miro y así nos separamos nuestros caminos desapercibido.Días después nos volvimos a encontrar. Mi corazón estaba acelerado y mi mano temblaba mientras le di mi número de teléfono. A no vinculante "que estoy escri-biendo" adiós y días de espera empecé. Pasan los días, tienen demasiadas horas, pero luego, cuando en realidad casi per...
Miré hacia él, pero no me di cuenta. Estaba demasiado absorto en una conversación con sus compañeros de mesa. A través de mis ojos Traté de señalar que él podía hablar conmigo, que estoy listo para cualquier tipo de conquista, pero él alabé yo no miro y así nos separamos nuestros caminos desapercibido.
Días después nos volvimos a encontrar. Mi corazón estaba acelerado y mi mano temblaba mientras le di mi número de teléfono. A no vinculante "que estoy escri-biendo" adiós y días de espera empecé. Pasan los días, tienen demasiadas horas, pero luego, cuando en realidad casi perdido la esperanza de que él viene, pero todavía la llamada.
Nos reunimos más a menudo, llegamos a prudente y curiosidad por conocer y poco a poco comenzó de una manera muy especial de luchar en mi corazón. Una extraordinaria el romance comenzó y él resultó ser mi alma gemela.
Maravillosos años que pasamos, todo fue perfecto, la suerte parecía estar perfecto, nada podría separarnos. Hemos experimentado mucho, lo pasamos muy bien en la vida, las nuevas ideas y las realizadas.
Cuántas veces me he preguntado si esta relación es un sueño con él. Pero no fue un sueño, que eran los personajes principales de un compuesto especial que fue construido con amor y deseo.
Pero un día el destino me golpeó duro, que estaba enfermo. El miedo se apoderó de mí, miedo de perder a la persona que significa más para mí que cualquier otra cosa en el mundo. Y entonces él estaba allí... la puesta de sol.
Días después nos volvimos a encontrar. Mi corazón estaba acelerado y mi mano temblaba mientras le di mi número de teléfono. A no vinculante "que estoy escri-biendo" adiós y días de espera empecé. Pasan los días, tienen demasiadas horas, pero luego, cuando en realidad casi perdido la esperanza de que él viene, pero todavía la llamada.
Nos reunimos más a menudo, llegamos a prudente y curiosidad por conocer y poco a poco comenzó de una manera muy especial de luchar en mi corazón. Una extraordinaria el romance comenzó y él resultó ser mi alma gemela.
Maravillosos años que pasamos, todo fue perfecto, la suerte parecía estar perfecto, nada podría separarnos. Hemos experimentado mucho, lo pasamos muy bien en la vida, las nuevas ideas y las realizadas.
Cuántas veces me he preguntado si esta relación es un sueño con él. Pero no fue un sueño, que eran los personajes principales de un compuesto especial que fue construido con amor y deseo.
Pero un día el destino me golpeó duro, que estaba enfermo. El miedo se apoderó de mí, miedo de perder a la persona que significa más para mí que cualquier otra cosa en el mundo. Y entonces él estaba allí... la puesta de sol.
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